Hace ya un par de años causó un gran revuelo una campaña publicitaria con un mensaje muy simple, casi juvenil, Piensa Positivo. El mensaje en cuestión puede ser visualizado como un consejo elemental, pero refleja un concepto que es sumamente poderoso y que dice relación con el cambio de paradigmas de la sociedad actual. Pero ¿qué es un cambio de paradigma?. Entendemos paradigma como un patrón de pensamiento, una forma de entender el mundo, por lo que podríamos decir que un cambio en este aspecto se manifiesta en una forma nueva de ver, de mirar, de pararse frente al mundo, un cambio de postura pero desde el observador y no en función de lo observado.
Este cambio sugerido - considerando esta campaña casi como un consejo para el buen vivir - tiene sustentos muy fuertes y puede llegar a tener grandes implicancias. Analicemos primero un aspecto, el observador. Este se plantea como el sujeto desde el cual se ejecuta el acto de observar. En este sentido podemos decir que todos y cada uno de nosotros se constituye como un observador particular, con visiones de mundo distintas, con historias distintas y que viene de una serie de condicionantes socioculturales que hacen que vea de tal o cual manera. De esta forma, lo observado, surge a partir de cada observador y no es una realidad "objetiva" que todos tenemos frente a nosotros. Es decir frente a un mismo objeto todos podemos ver cosas distintas sin estar ninguno equivocado.
¿Como se relaciona esto con la campaña Piensa Positivo?. Primero por que la campaña decía explícitamente "...tú ves lo que quieres ver..." y con planteaba que la verdad de las cosas está en el ojo de quien mira y no en el objeto o la situación supuestamente objetiva. Así, en segundo lugar este planteamiento nos muestra la posibilidad de cambiar nuestro estado de ánimo solamente con el hecho de mirar la situación con otros ojos.
Pero ¿qué posibilidades abre esto a los empresarios?. Considero que el cambio en los paradigmas es la forma de volver a crear - inventar el mundo en que vivimos, y para esto los Emprendedores son los agentes sociales llamados a abrir estos espacios, a enseñar como mirar de otra forma y a derribar los paradigmas tradicionales en el afán de lograr una nueva forma de ver y hacer las cosas.
En todo caso, lograr esto es un gran desafío, se debe luchar contra lo establecido y lo aceptado en pos de cambiar las prácticas propias, organizacionales y luego sociales. ¿Cuántas veces nos hemos enfrentado en nuestras organizaciones con procedimientos, lineamientos e incluso estrategias que a nuestro juicio podrían hacerse o definirse de otra forma, pero dado que tienen un resultado relativamente asegurado se siguen haciendo igual?. El paso que hay que dar está en el atreverse, optar y creer en lo nuevo, estudiarlo y hacerlo propio, aprender a relacionarse con las cosas a partir de nuevos modos y maneras, de forma de maravillarnos frente a lo desconocido, de abrirnos a nuevas posibilidades de crecimiento e innovación.
Si recordamos la historia de los últimos siglos, podríamos decir que la humanidad ha vivido entre paradigmas errados, o podríamos decir insuficientes para los nuevos escenarios. Se ha vivido desde arquetipos ciertos para los ojos con que se miraban, pero que a la luz del conocimiento actual podemos asegurar que son insuficientes, y esto claro sólo por ahora. Los postulados de Newton pueden servir para construir una casa, pero evidentemente son insuficientes para descubrir una nueva galaxia (Ken Wilber, nos explica claramente este fenómeno socio cultural). Todos los grandes descubrimientos han sido pequeños avances o acercamientos a esa supuesta verdad, pero con el paso del tiempo la humanidad se ha dado cuenta que dichas verdades no fueron tales y ha tenido que replantear sus convicciones. Clásico es recordar a Galileo, Colón y a todos aquellos filósofos, científicos y emprendedores que fueron denostados públicamente por sus planteamientos supuestamente heréticos, ajenos a la cosmovisión y a los dogmas imperantes en su época. Aquellas sociedades reaccionaron en forma conservadora, resguardándose de los cambios por el miedo a lo desconocido, temerosos de equivocarse o de ser política o religiosamente incorrectos.
A partir de la concepción generalizada que posee la sociedad del empresariado nacional, ¿Será posible, por ejemplo, que la dirección de una empresa comprenda y participe de los planteamientos que un sindicato de trabajadores defiende en medio de una negociación colectiva? ¿Es factible que el empresariado conciba los motivos que sustentan las políticas económicas del gobierno, más allá de su venia a tal efecto? ¿No defienden hoy los ejecutivos de marketing que para lograr el éxito en el mercado resulta necesario ponerse en los zapatos del cliente? Si es posible considerar al cliente adoptando sus propias prerrogativas de producto o servicio para poder satisfacerlo en plenitud, por qué no es posible realizar esta sana práctica de modo sistemático, pasando por encima de una conveniencia monetaria evidente.
Entonces, ¿cómo un empresario puede hacerse parte de los cambios de paradigma en curso?. Considero fundamental que se logre generar el nuevo empresario capaz de salir del plano cartesiano, que rige muy probablemente su actuar, para sumar todos aquellos planos de sus clientes, competidores y trabajadores, generando de esta forma una unidad económica con una gran visión, capaz de pensar positivo y de mirar con los ojos del otro y desde el otro para enfrentar sus problemáticas. Quizás con esto logremos una nueva sociedad, consciente de la individualidad y por lo mismo más solidaria. A todos nos conviene.
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Pablo Reyes: CAMBIO DE PARADIGMAS

martes, mayo 31, 2005

CAMBIO DE PARADIGMAS

Hace ya un par de años causó un gran revuelo una campaña publicitaria con un mensaje muy simple, casi juvenil, Piensa Positivo. El mensaje en cuestión puede ser visualizado como un consejo elemental, pero refleja un concepto que es sumamente poderoso y que dice relación con el cambio de paradigmas de la sociedad actual. Pero ¿qué es un cambio de paradigma?. Entendemos paradigma como un patrón de pensamiento, una forma de entender el mundo, por lo que podríamos decir que un cambio en este aspecto se manifiesta en una forma nueva de ver, de mirar, de pararse frente al mundo, un cambio de postura pero desde el observador y no en función de lo observado.
Este cambio sugerido - considerando esta campaña casi como un consejo para el buen vivir - tiene sustentos muy fuertes y puede llegar a tener grandes implicancias. Analicemos primero un aspecto, el observador. Este se plantea como el sujeto desde el cual se ejecuta el acto de observar. En este sentido podemos decir que todos y cada uno de nosotros se constituye como un observador particular, con visiones de mundo distintas, con historias distintas y que viene de una serie de condicionantes socioculturales que hacen que vea de tal o cual manera. De esta forma, lo observado, surge a partir de cada observador y no es una realidad "objetiva" que todos tenemos frente a nosotros. Es decir frente a un mismo objeto todos podemos ver cosas distintas sin estar ninguno equivocado.
¿Como se relaciona esto con la campaña Piensa Positivo?. Primero por que la campaña decía explícitamente "...tú ves lo que quieres ver..." y con planteaba que la verdad de las cosas está en el ojo de quien mira y no en el objeto o la situación supuestamente objetiva. Así, en segundo lugar este planteamiento nos muestra la posibilidad de cambiar nuestro estado de ánimo solamente con el hecho de mirar la situación con otros ojos.
Pero ¿qué posibilidades abre esto a los empresarios?. Considero que el cambio en los paradigmas es la forma de volver a crear - inventar el mundo en que vivimos, y para esto los Emprendedores son los agentes sociales llamados a abrir estos espacios, a enseñar como mirar de otra forma y a derribar los paradigmas tradicionales en el afán de lograr una nueva forma de ver y hacer las cosas.
En todo caso, lograr esto es un gran desafío, se debe luchar contra lo establecido y lo aceptado en pos de cambiar las prácticas propias, organizacionales y luego sociales. ¿Cuántas veces nos hemos enfrentado en nuestras organizaciones con procedimientos, lineamientos e incluso estrategias que a nuestro juicio podrían hacerse o definirse de otra forma, pero dado que tienen un resultado relativamente asegurado se siguen haciendo igual?. El paso que hay que dar está en el atreverse, optar y creer en lo nuevo, estudiarlo y hacerlo propio, aprender a relacionarse con las cosas a partir de nuevos modos y maneras, de forma de maravillarnos frente a lo desconocido, de abrirnos a nuevas posibilidades de crecimiento e innovación.
Si recordamos la historia de los últimos siglos, podríamos decir que la humanidad ha vivido entre paradigmas errados, o podríamos decir insuficientes para los nuevos escenarios. Se ha vivido desde arquetipos ciertos para los ojos con que se miraban, pero que a la luz del conocimiento actual podemos asegurar que son insuficientes, y esto claro sólo por ahora. Los postulados de Newton pueden servir para construir una casa, pero evidentemente son insuficientes para descubrir una nueva galaxia (Ken Wilber, nos explica claramente este fenómeno socio cultural). Todos los grandes descubrimientos han sido pequeños avances o acercamientos a esa supuesta verdad, pero con el paso del tiempo la humanidad se ha dado cuenta que dichas verdades no fueron tales y ha tenido que replantear sus convicciones. Clásico es recordar a Galileo, Colón y a todos aquellos filósofos, científicos y emprendedores que fueron denostados públicamente por sus planteamientos supuestamente heréticos, ajenos a la cosmovisión y a los dogmas imperantes en su época. Aquellas sociedades reaccionaron en forma conservadora, resguardándose de los cambios por el miedo a lo desconocido, temerosos de equivocarse o de ser política o religiosamente incorrectos.
A partir de la concepción generalizada que posee la sociedad del empresariado nacional, ¿Será posible, por ejemplo, que la dirección de una empresa comprenda y participe de los planteamientos que un sindicato de trabajadores defiende en medio de una negociación colectiva? ¿Es factible que el empresariado conciba los motivos que sustentan las políticas económicas del gobierno, más allá de su venia a tal efecto? ¿No defienden hoy los ejecutivos de marketing que para lograr el éxito en el mercado resulta necesario ponerse en los zapatos del cliente? Si es posible considerar al cliente adoptando sus propias prerrogativas de producto o servicio para poder satisfacerlo en plenitud, por qué no es posible realizar esta sana práctica de modo sistemático, pasando por encima de una conveniencia monetaria evidente.
Entonces, ¿cómo un empresario puede hacerse parte de los cambios de paradigma en curso?. Considero fundamental que se logre generar el nuevo empresario capaz de salir del plano cartesiano, que rige muy probablemente su actuar, para sumar todos aquellos planos de sus clientes, competidores y trabajadores, generando de esta forma una unidad económica con una gran visión, capaz de pensar positivo y de mirar con los ojos del otro y desde el otro para enfrentar sus problemáticas. Quizás con esto logremos una nueva sociedad, consciente de la individualidad y por lo mismo más solidaria. A todos nos conviene.
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