Quiero escribir a partir de lo que me pasa, de lo que me está pasando, desde la guata.

El año 2005 fue vertiginoso, rápido, movido, con muchos desafíos, muchas conversas nuevas, con mucho que soltar y mucho que tomar o retomar. Esa velocidad esperaba terminara con el año nuevo, un año nuevo en Valpo. que tiene siempre ciertas connotaciones de fin (o de inicio)...

Pero llegó el 1 de enero, y ya se fue enero y ya estamos a medio febrero, y la velocidad se instaló, miles de contactos por segundo, personas en el messenger queriendo hablar, queriendo ser escuchadas, requiriendo tiempo y dedicación, pegas que son para ayer, pedidos especiales y urgentes, y todo aquello que las organizaciones actuales no han sabido resolver para tener gente más feliz.

Sin embargo, de pronto caí en que esta velocidad no es la mía, pero que así todo la puedo vivir, que la puedo habitar sin la necesidad de la desesperación, del agobio, de lo urgente, y de pronto me veo en una película distinta, en cámara lenta*, en la que puedo detenerme en el detalle sin temor a que pase sin verlo.... Y esta velocidad aporta a eso, aporta desde la velocidad del devenir, en el cual sólo a esa velocidad te permite la mirada de la cámara lenta, es en el contraste donde surge el nuevo paradigma, la posibilidad absoluta de permanecer sintonizado con el ritmo interno, el cual te permite ver que todo pasa rápido, pero al pasarlo por el ojo que mira se ralentiza y se percibe la cámara lenta, la cámara del detalle, de los sabores, de los olores, del vivir conectado, de la conciencia.

En algún momento hablé del Jet Lag Ontológico. Estoy en lo contrario, en el encontrarse, en el verse, en el reconocerse y desde ahí es más fácil construir.

* Cuando se filma una escena de una película para verla en cámara lenta, se debe filmar a mayor velocidad, de forma de que al proyectarla se vean menos cuadros por segundo
]]>
Pablo Reyes: DESDE LA GUATA... (O EN CAMARA LENTA)

viernes, febrero 10, 2006

DESDE LA GUATA... (O EN CAMARA LENTA)

Quiero escribir a partir de lo que me pasa, de lo que me está pasando, desde la guata.

El año 2005 fue vertiginoso, rápido, movido, con muchos desafíos, muchas conversas nuevas, con mucho que soltar y mucho que tomar o retomar. Esa velocidad esperaba terminara con el año nuevo, un año nuevo en Valpo. que tiene siempre ciertas connotaciones de fin (o de inicio)...

Pero llegó el 1 de enero, y ya se fue enero y ya estamos a medio febrero, y la velocidad se instaló, miles de contactos por segundo, personas en el messenger queriendo hablar, queriendo ser escuchadas, requiriendo tiempo y dedicación, pegas que son para ayer, pedidos especiales y urgentes, y todo aquello que las organizaciones actuales no han sabido resolver para tener gente más feliz.

Sin embargo, de pronto caí en que esta velocidad no es la mía, pero que así todo la puedo vivir, que la puedo habitar sin la necesidad de la desesperación, del agobio, de lo urgente, y de pronto me veo en una película distinta, en cámara lenta*, en la que puedo detenerme en el detalle sin temor a que pase sin verlo.... Y esta velocidad aporta a eso, aporta desde la velocidad del devenir, en el cual sólo a esa velocidad te permite la mirada de la cámara lenta, es en el contraste donde surge el nuevo paradigma, la posibilidad absoluta de permanecer sintonizado con el ritmo interno, el cual te permite ver que todo pasa rápido, pero al pasarlo por el ojo que mira se ralentiza y se percibe la cámara lenta, la cámara del detalle, de los sabores, de los olores, del vivir conectado, de la conciencia.

En algún momento hablé del Jet Lag Ontológico. Estoy en lo contrario, en el encontrarse, en el verse, en el reconocerse y desde ahí es más fácil construir.

* Cuando se filma una escena de una película para verla en cámara lenta, se debe filmar a mayor velocidad, de forma de que al proyectarla se vean menos cuadros por segundo
  ecoestadistica.com