FLORES
Hoy estuve en un acto del PPD, donde la idea era juntar a Fernando Flores con militantes en el contexto de su candidatura a la presidencia del partido.
Más allá de mi firme creencia en que Fernando Flores sería una muy buena elección para dirigir un partido como el PPD, y que sus promesas y visión del partido me interpretan plenamente, mi vinculación con el tiene mucho mayor sustento en otros ámbitos (que desde una mirada integral podríamos concordar que son los mismos de todas formas).
Participé en el Club de Emprendedores durante los años 2000 y 2001. En este espacio conocí a Flores y me impresionó su mirada del mundo, de la organización, de la sociedad. Posteriormente, de distintas formas, estudié sus distinciones hasta formarme como coach ontológico guiado por Julio Olalla, quien también partió en el tema del Coaching junto a Flores.
Desde ese espacio mi mirada sobre el mundo se ha ido configurando de una forma distinta, más amplia, más comprometida, menos quejosa, haciéndome cargo de que suceda lo que quiero que suceda (¿emprendimiento?...) Y de cierta forma esa mirada creo que es la que le falta no sólo al PPD, sino a Chile, donde nos dejemos de pelotudeces y empecemos a hablar en grande y en serio. Y en este punto no sólo hablo del desarrollo económico, sino también del humano, del capital social, de la sopa en que nos movemos, ya que es desde ese espacio desde el cual estamos construyendo el futuro, y como dijo alguien por ahí, el futuro que queremos se construye en el presente.