Hace ya un par de años causó un gran revuelo una campaña publicitaria con un mensaje muy simple, casi juvenil, Piensa Positivo. El mensaje en cuestión puede ser visualizado como un consejo elemental, pero refleja un concepto que es sumamente poderoso y que dice relación con el cambio de paradigmas de la sociedad actual. Pero ¿qué es un cambio de paradigma?. Entendemos paradigma como un patrón de pensamiento, una forma de entender el mundo, por lo que podríamos decir que un cambio en este aspecto se manifiesta en una forma nueva de ver, de mirar, de pararse frente al mundo, un cambio de postura pero desde el observador y no en función de lo observado.
Este cambio sugerido - considerando esta campaña casi como un consejo para el buen vivir - tiene sustentos muy fuertes y puede llegar a tener grandes implicancias. Analicemos primero un aspecto, el observador. Este se plantea como el sujeto desde el cual se ejecuta el acto de observar. En este sentido podemos decir que todos y cada uno de nosotros se constituye como un observador particular, con visiones de mundo distintas, con historias distintas y que viene de una serie de condicionantes socioculturales que hacen que vea de tal o cual manera. De esta forma, lo observado, surge a partir de cada observador y no es una realidad "objetiva" que todos tenemos frente a nosotros. Es decir frente a un mismo objeto todos podemos ver cosas distintas sin estar ninguno equivocado.
¿Como se relaciona esto con la campaña Piensa Positivo?. Primero por que la campaña decía explícitamente "...tú ves lo que quieres ver..." y con planteaba que la verdad de las cosas está en el ojo de quien mira y no en el objeto o la situación supuestamente objetiva. Así, en segundo lugar este planteamiento nos muestra la posibilidad de cambiar nuestro estado de ánimo solamente con el hecho de mirar la situación con otros ojos.
Pero ¿qué posibilidades abre esto a los empresarios?. Considero que el cambio en los paradigmas es la forma de volver a crear - inventar el mundo en que vivimos, y para esto los Emprendedores son los agentes sociales llamados a abrir estos espacios, a enseñar como mirar de otra forma y a derribar los paradigmas tradicionales en el afán de lograr una nueva forma de ver y hacer las cosas.
En todo caso, lograr esto es un gran desafío, se debe luchar contra lo establecido y lo aceptado en pos de cambiar las prácticas propias, organizacionales y luego sociales. ¿Cuántas veces nos hemos enfrentado en nuestras organizaciones con procedimientos, lineamientos e incluso estrategias que a nuestro juicio podrían hacerse o definirse de otra forma, pero dado que tienen un resultado relativamente asegurado se siguen haciendo igual?. El paso que hay que dar está en el atreverse, optar y creer en lo nuevo, estudiarlo y hacerlo propio, aprender a relacionarse con las cosas a partir de nuevos modos y maneras, de forma de maravillarnos frente a lo desconocido, de abrirnos a nuevas posibilidades de crecimiento e innovación.
Si recordamos la historia de los últimos siglos, podríamos decir que la humanidad ha vivido entre paradigmas errados, o podríamos decir insuficientes para los nuevos escenarios. Se ha vivido desde arquetipos ciertos para los ojos con que se miraban, pero que a la luz del conocimiento actual podemos asegurar que son insuficientes, y esto claro sólo por ahora. Los postulados de Newton pueden servir para construir una casa, pero evidentemente son insuficientes para descubrir una nueva galaxia (Ken Wilber, nos explica claramente este fenómeno socio cultural). Todos los grandes descubrimientos han sido pequeños avances o acercamientos a esa supuesta verdad, pero con el paso del tiempo la humanidad se ha dado cuenta que dichas verdades no fueron tales y ha tenido que replantear sus convicciones. Clásico es recordar a Galileo, Colón y a todos aquellos filósofos, científicos y emprendedores que fueron denostados públicamente por sus planteamientos supuestamente heréticos, ajenos a la cosmovisión y a los dogmas imperantes en su época. Aquellas sociedades reaccionaron en forma conservadora, resguardándose de los cambios por el miedo a lo desconocido, temerosos de equivocarse o de ser política o religiosamente incorrectos.
A partir de la concepción generalizada que posee la sociedad del empresariado nacional, ¿Será posible, por ejemplo, que la dirección de una empresa comprenda y participe de los planteamientos que un sindicato de trabajadores defiende en medio de una negociación colectiva? ¿Es factible que el empresariado conciba los motivos que sustentan las políticas económicas del gobierno, más allá de su venia a tal efecto? ¿No defienden hoy los ejecutivos de marketing que para lograr el éxito en el mercado resulta necesario ponerse en los zapatos del cliente? Si es posible considerar al cliente adoptando sus propias prerrogativas de producto o servicio para poder satisfacerlo en plenitud, por qué no es posible realizar esta sana práctica de modo sistemático, pasando por encima de una conveniencia monetaria evidente.
Entonces, ¿cómo un empresario puede hacerse parte de los cambios de paradigma en curso?. Considero fundamental que se logre generar el nuevo empresario capaz de salir del plano cartesiano, que rige muy probablemente su actuar, para sumar todos aquellos planos de sus clientes, competidores y trabajadores, generando de esta forma una unidad económica con una gran visión, capaz de pensar positivo y de mirar con los ojos del otro y desde el otro para enfrentar sus problemáticas. Quizás con esto logremos una nueva sociedad, consciente de la individualidad y por lo mismo más solidaria. A todos nos conviene.
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Anonymous Anónimo]]> lamborghini nitro heating home type Continentalcars suzuki holmes twin ceramic portable heater How to manage debts free 2b online 2b wedding invitations Acyclovir harmful to unborn baby baby jogger strollermaternity storeclothes toddler]]>
Me interesa abrir un tema acerca de lo local. De qué hablamos cuando decimos lo local, el desarrollo local, la economía local, en fin...
La verdad es que entiendo lo local como un espacio o territorio en el cual me muevo, interactúo y pasan cosas. Pero ese espacio no es propio, es colectivo, por lo que me surjen las preguntas ¿mi definición de lo local es la misma del resto?, ¿cuando hablamos de lo local, estamos hablando de lo mismo?. Yo creo que no, y de ahí lo maravilloso del tema.
Para mi lo local puede ser lo inmediato, lo que conozco, donde me muevo, pero acaso ¿no es también local aquel espacio donde quiero estar en otro momento?, si fuese así, podría definir lo local como un espacio de posibilidades... y eso me parece profundamente poderoso.
Esto me lleva a otra conversación, una en relación a lo posible y lo posible me entra por vía de lo declarativo, es decir mi espacio local es aquel espacio de posibilidades que yo declaro como posible.

Declaro local (mi ámbito de preocupaciones) a toda forma de vida conocida y por conocer (lo posible) que interactúa en un espacio y tiempo.

Pero, ¿por qué atender a lo local?... Creo que mis posibilidades de expansión son en conjunto con mi espacio, con otros, con aquellos con los cuales declaramos en conjunto nuestro espacio de posibilidades. Mi concepción de YO es mucho más afuera de yo mismo, incluye lo local, me constituye... De cierta forma como dice Wilber, lo incorpora y lo trasciende.
Me encantaría agregar, sumar visiones sobre el tema, las agradecería mucho.
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El título de este artículo nos lleva a definir necesariamente de que hablamos cuando se toca el tema del emprendimiento. Entendemos al emprendedor como una persona creadora, comprometida con su contexto histórico e interesada en hacer que “pasen cosas”, es decir un develador de nuevos mundos. En el ámbito empresarial, lo consideramos como un gestor de negocios y empresas, capaz de modificar, con sus emprendimientos, los hábitos y comportamientos habituales de la sociedad. De esta forma un emprendimiento es una actividad realizada por una persona (el emprendedor) con la cual genera cambios en las relaciones y formas de hacer en el ámbito del emprendimiento (el que puede ser social, cultural, político, económico, etc.)
Surge la pregunta, ¿porqué se habla tanto del emprendedor y su importancia?. Visualizamos al emprendedor como un actor más dentro de una enmarañada red de relaciones sociales, económicas, políticas y culturales, y como tal tiene “algo” que hacer o decir dentro de ese contexto. Ahora bien, en este mismo sentido aparecen nuevas preguntas, ¿cual es el rol del emprendedor dentro de la sociedad?, ¿espera la sociedad una actitud específica de los emprendedores? o simplemente se transforma en un grupo de espectadores pasivos ante quienes supuestamente debieran hacer algo (un emprendimiento).
Consideramos que el emprendedor tiene un “mandato social” de realizar acciones que permitan generar nuevos espacios, ya sean estos comerciales, de discusión, sociales o políticos. Esto porque la mayoría de las personas presenta temores frente a la incertidumbre de una actividad independiente, surgiendo con fuerza todos los miedos de la sociedad. Dicho de otra forma, ¿sería capaz de caminar el bebe si no le perdiera el miedo al golpe de la caída?. En este sentido, sin miedo no existe incentivo para la superación, considerando obviamente al miedo como el justo grado de temor, respeto, cautela frente a lo desconocido y no como un miedo opresor y coercitivo. De esta forma el emprendedor sí cumple una función social, ya que es el llamado por la sociedad para ser el verbo, la acción, el atreverse y generar de esta forma un espacio de apertura en el que los seguidores se puedan mover con más libertad y holgura.
Retomando nuestro tema central. ¿qué debe hacer el emprendedor?. Permanentemente debe tener puestos todos sus sentidos en la detección de necesidades no resueltas e incluso no descubiertas o declaradas por los consumidores o clientes, de forma tal de estructurar ofertas que no sean respuestas o mejoras a lo existente, sino más bien nuevas propuestas que cambien en algún sentido la forma de vivir o relacionarse. De esta forma se genera una dinamización social al ofrecer un producto, servicio o espacio nuevo, el cual en una primera instancia no está regido por los paradigmas tradicionales.

El emprendedor y los estados de ánimo en Valparaíso

Un aspecto importante dice relación con el estado de ánimo de la sociedad necesario para que surjan nuevos emprendimientos. Estamos conscientes que en períodos con altas tasas de desempleo, la sociedad se ve sumida en un estado de ánimo de resignación, desesperanza, desconfianza, temor, etc. De esta forma, la sociedad se mueve entre esos referentes, lo que no nos permite mirar hacia delante o si logramos hacerlo sólo vemos un futuro negro. En economía, una variable importante a considerar son las expectativas de los agentes económicos, las que condicionan el comportamiento actual en pos de la predicción de un futuro próximo. Así, si los agentes económicos ven, o creen ver, un futuro auspicioso estarán más proclives a consumir, realizar inversiones, etc. Por el contrario, si se espera un futuro en crisis, estos agentes se contraen, disminuyendo el consumo y la inversión en pos de resguardarse de los tiempos esperados.
En este contexto, ¿cómo incorporamos al emprendedor en este panorama?. Por definición lo visualizamos como un agente económico distinto, capaz de construir redes de apoyo, de innovar, de atreverse y principalmente lo vemos como un generador de confianza, y es este punto el fundamental para lograr vencer el estado de ánimo que consume a la sociedad en tiempos de crisis, la confianza.
El significado de la palabra confianza apunta a “la esperanza firme que se tiene en una persona o cosa” y en ese entendido, cuando la sociedad se ve sumida en la desesperación y la angustia, necesita alguien en quien confiar, y este alguien puede ser el gobierno a través de señales claras en cuanto a política económica, los empresarios a través de nuevas inversiones e incluso los privados, pero una señal realmente palpable y efectiva a nivel social es la visualización de una acción de emprendimiento basada en las insatisfacciones surgidas en los tiempos de crisis. Que mejor emprendedor que aquel que transforma la crisis en una oportunidad de crecimiento.
Entonces, si consideramos a la sociedad como un grupo de agentes económicos racionales, buscadores de la maximización de sus beneficios y que basan sus decisiones en criterios de riesgo-rentabilidad, ¿sería posible pedirle a todos los agentes económicos que asuman el riesgo de confiar?. En este momento consideramos que esa apuesta es el mejor camino para la reactivación, la que obviamente puede y debe ser apoyada por el estado con sus medidas económicas, pero no se debe esperar esas decisiones para comenzar a emprender.
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Anonymous Anónimo]]>
Pero muy bien, eres un gran modelo a seguir!!!
Felicitaciones]]>
Anonymous Anónimo]]> »]]>
Llevo un tiempo dándo vuelta al tema de la escasez, pero no como medida relativa, sino como paradigma de relaciones... el paradigma de la escasez... el paradigma en el cual opera toda la economía moderna y desde la cual comienza todo libro de economía... "los recursos son escazos y las necesidades infinitas". Que tal si la cosa fuera los recursos son infinitos y las necesidades limitadas???, que pasaría si la declaración hubiera sido esa al iniciar las ciencias económicas???.
Me surge la pregunta porque trabajo con personas pobres, personas que no tienen acceso a los medios y redes de apoyo normales, personas que ni siquiera saben que pueden ir a un consultorio, que en muchos casos no tienen ni carnet de identidad. Y en ese espacio me pregunto ¿tendrán necesidades infinitas??, ´¿serán los recursos "tan" escasos como para no poder cubrir sus necesidades??.
Me aparece entonces una forma antiquísima, y que
Bernard Lietaer ya viene planteando con fuerza desde hace algunos años. Las monedas alternativas, monedas a escala local, donde se intercambien bienes, servicios, tiempo, etc. en virtud de los excedentes de cada uno. Experiencias hay muchas, pero veo como el siglo 21 sigue considerando como transitorio el desempleo y no lo acepta como estructural, punto desde el cual, el incentivo a las monedas alternativas aparece como no solo posible sino necesario.
Tiro este tema a la mesa, por que me gustaría recibir opiniones, comenzar un diálogo, y porqué no, delcarar la intención de generar una moneda alternativa entre nosotros.
Espero respuestas
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Anonymous Anónimo]]> para mala suerte de nuestras debiles mentes, no hay conciencia en la sociedad, y esta es consumista, todos creen que necesitan un sinfin de cosas superficiales que no te llevan a ningun creciemiento personal y menos espiritual,por eso cada vez que vayas a comprar algo , preguntate si realmente se necesita y si cambia en algo tu existir...]]> Blogger Pablo Reyes A.]]> Me parece que bajo ese paradigma y esa aproximación, no hubiera posibilidad de la solidaridad, del compromiso con el otro, y yo creo que si.

Respecto al tema de las necesidades, una aproximación que me parece super potente es la de Manfred Max Neef.

Un abrazo]]>
Blogger Pablo Mir]]> Una cosa es que un recurso sea finito y otra que sea insuficiente. Al hablar de escacez se pretende cubrir con un manto seudocientífico (la finitud como medida de la realidad) el oportunismo de lucrar con las necesidades insatisfechas (única forma de domesticar a las mayorías para que hagan lo que a unos pocos les conviene en la forma que a ellos más les sirve y sin exigir justas retribuciones (porque no hay (!?)).

Saludos,

Pablo.-
pablomir.uy@gmail.com]]>
Pablo Reyes: mayo 2005

martes, mayo 31, 2005

CAMBIO DE PARADIGMAS

Hace ya un par de años causó un gran revuelo una campaña publicitaria con un mensaje muy simple, casi juvenil, Piensa Positivo. El mensaje en cuestión puede ser visualizado como un consejo elemental, pero refleja un concepto que es sumamente poderoso y que dice relación con el cambio de paradigmas de la sociedad actual. Pero ¿qué es un cambio de paradigma?. Entendemos paradigma como un patrón de pensamiento, una forma de entender el mundo, por lo que podríamos decir que un cambio en este aspecto se manifiesta en una forma nueva de ver, de mirar, de pararse frente al mundo, un cambio de postura pero desde el observador y no en función de lo observado.
Este cambio sugerido - considerando esta campaña casi como un consejo para el buen vivir - tiene sustentos muy fuertes y puede llegar a tener grandes implicancias. Analicemos primero un aspecto, el observador. Este se plantea como el sujeto desde el cual se ejecuta el acto de observar. En este sentido podemos decir que todos y cada uno de nosotros se constituye como un observador particular, con visiones de mundo distintas, con historias distintas y que viene de una serie de condicionantes socioculturales que hacen que vea de tal o cual manera. De esta forma, lo observado, surge a partir de cada observador y no es una realidad "objetiva" que todos tenemos frente a nosotros. Es decir frente a un mismo objeto todos podemos ver cosas distintas sin estar ninguno equivocado.
¿Como se relaciona esto con la campaña Piensa Positivo?. Primero por que la campaña decía explícitamente "...tú ves lo que quieres ver..." y con planteaba que la verdad de las cosas está en el ojo de quien mira y no en el objeto o la situación supuestamente objetiva. Así, en segundo lugar este planteamiento nos muestra la posibilidad de cambiar nuestro estado de ánimo solamente con el hecho de mirar la situación con otros ojos.
Pero ¿qué posibilidades abre esto a los empresarios?. Considero que el cambio en los paradigmas es la forma de volver a crear - inventar el mundo en que vivimos, y para esto los Emprendedores son los agentes sociales llamados a abrir estos espacios, a enseñar como mirar de otra forma y a derribar los paradigmas tradicionales en el afán de lograr una nueva forma de ver y hacer las cosas.
En todo caso, lograr esto es un gran desafío, se debe luchar contra lo establecido y lo aceptado en pos de cambiar las prácticas propias, organizacionales y luego sociales. ¿Cuántas veces nos hemos enfrentado en nuestras organizaciones con procedimientos, lineamientos e incluso estrategias que a nuestro juicio podrían hacerse o definirse de otra forma, pero dado que tienen un resultado relativamente asegurado se siguen haciendo igual?. El paso que hay que dar está en el atreverse, optar y creer en lo nuevo, estudiarlo y hacerlo propio, aprender a relacionarse con las cosas a partir de nuevos modos y maneras, de forma de maravillarnos frente a lo desconocido, de abrirnos a nuevas posibilidades de crecimiento e innovación.
Si recordamos la historia de los últimos siglos, podríamos decir que la humanidad ha vivido entre paradigmas errados, o podríamos decir insuficientes para los nuevos escenarios. Se ha vivido desde arquetipos ciertos para los ojos con que se miraban, pero que a la luz del conocimiento actual podemos asegurar que son insuficientes, y esto claro sólo por ahora. Los postulados de Newton pueden servir para construir una casa, pero evidentemente son insuficientes para descubrir una nueva galaxia (Ken Wilber, nos explica claramente este fenómeno socio cultural). Todos los grandes descubrimientos han sido pequeños avances o acercamientos a esa supuesta verdad, pero con el paso del tiempo la humanidad se ha dado cuenta que dichas verdades no fueron tales y ha tenido que replantear sus convicciones. Clásico es recordar a Galileo, Colón y a todos aquellos filósofos, científicos y emprendedores que fueron denostados públicamente por sus planteamientos supuestamente heréticos, ajenos a la cosmovisión y a los dogmas imperantes en su época. Aquellas sociedades reaccionaron en forma conservadora, resguardándose de los cambios por el miedo a lo desconocido, temerosos de equivocarse o de ser política o religiosamente incorrectos.
A partir de la concepción generalizada que posee la sociedad del empresariado nacional, ¿Será posible, por ejemplo, que la dirección de una empresa comprenda y participe de los planteamientos que un sindicato de trabajadores defiende en medio de una negociación colectiva? ¿Es factible que el empresariado conciba los motivos que sustentan las políticas económicas del gobierno, más allá de su venia a tal efecto? ¿No defienden hoy los ejecutivos de marketing que para lograr el éxito en el mercado resulta necesario ponerse en los zapatos del cliente? Si es posible considerar al cliente adoptando sus propias prerrogativas de producto o servicio para poder satisfacerlo en plenitud, por qué no es posible realizar esta sana práctica de modo sistemático, pasando por encima de una conveniencia monetaria evidente.
Entonces, ¿cómo un empresario puede hacerse parte de los cambios de paradigma en curso?. Considero fundamental que se logre generar el nuevo empresario capaz de salir del plano cartesiano, que rige muy probablemente su actuar, para sumar todos aquellos planos de sus clientes, competidores y trabajadores, generando de esta forma una unidad económica con una gran visión, capaz de pensar positivo y de mirar con los ojos del otro y desde el otro para enfrentar sus problemáticas. Quizás con esto logremos una nueva sociedad, consciente de la individualidad y por lo mismo más solidaria. A todos nos conviene.

viernes, mayo 20, 2005

Y SI LO LOCAL LO ENTENDIERAMOS ASI? (mientras más nos alejamos nos damos cuenta de nuestra infinita pequeñez...)

LO LOCAL

Me interesa abrir un tema acerca de lo local. De qué hablamos cuando decimos lo local, el desarrollo local, la economía local, en fin...
La verdad es que entiendo lo local como un espacio o territorio en el cual me muevo, interactúo y pasan cosas. Pero ese espacio no es propio, es colectivo, por lo que me surjen las preguntas ¿mi definición de lo local es la misma del resto?, ¿cuando hablamos de lo local, estamos hablando de lo mismo?. Yo creo que no, y de ahí lo maravilloso del tema.
Para mi lo local puede ser lo inmediato, lo que conozco, donde me muevo, pero acaso ¿no es también local aquel espacio donde quiero estar en otro momento?, si fuese así, podría definir lo local como un espacio de posibilidades... y eso me parece profundamente poderoso.
Esto me lleva a otra conversación, una en relación a lo posible y lo posible me entra por vía de lo declarativo, es decir mi espacio local es aquel espacio de posibilidades que yo declaro como posible.

Declaro local (mi ámbito de preocupaciones) a toda forma de vida conocida y por conocer (lo posible) que interactúa en un espacio y tiempo.

Pero, ¿por qué atender a lo local?... Creo que mis posibilidades de expansión son en conjunto con mi espacio, con otros, con aquellos con los cuales declaramos en conjunto nuestro espacio de posibilidades. Mi concepción de YO es mucho más afuera de yo mismo, incluye lo local, me constituye... De cierta forma como dice Wilber, lo incorpora y lo trasciende.
Me encantaría agregar, sumar visiones sobre el tema, las agradecería mucho.

lunes, mayo 16, 2005

DE EMPRENDEDORES Y EMPRENDIMIENTOS

El título de este artículo nos lleva a definir necesariamente de que hablamos cuando se toca el tema del emprendimiento. Entendemos al emprendedor como una persona creadora, comprometida con su contexto histórico e interesada en hacer que “pasen cosas”, es decir un develador de nuevos mundos. En el ámbito empresarial, lo consideramos como un gestor de negocios y empresas, capaz de modificar, con sus emprendimientos, los hábitos y comportamientos habituales de la sociedad. De esta forma un emprendimiento es una actividad realizada por una persona (el emprendedor) con la cual genera cambios en las relaciones y formas de hacer en el ámbito del emprendimiento (el que puede ser social, cultural, político, económico, etc.)
Surge la pregunta, ¿porqué se habla tanto del emprendedor y su importancia?. Visualizamos al emprendedor como un actor más dentro de una enmarañada red de relaciones sociales, económicas, políticas y culturales, y como tal tiene “algo” que hacer o decir dentro de ese contexto. Ahora bien, en este mismo sentido aparecen nuevas preguntas, ¿cual es el rol del emprendedor dentro de la sociedad?, ¿espera la sociedad una actitud específica de los emprendedores? o simplemente se transforma en un grupo de espectadores pasivos ante quienes supuestamente debieran hacer algo (un emprendimiento).
Consideramos que el emprendedor tiene un “mandato social” de realizar acciones que permitan generar nuevos espacios, ya sean estos comerciales, de discusión, sociales o políticos. Esto porque la mayoría de las personas presenta temores frente a la incertidumbre de una actividad independiente, surgiendo con fuerza todos los miedos de la sociedad. Dicho de otra forma, ¿sería capaz de caminar el bebe si no le perdiera el miedo al golpe de la caída?. En este sentido, sin miedo no existe incentivo para la superación, considerando obviamente al miedo como el justo grado de temor, respeto, cautela frente a lo desconocido y no como un miedo opresor y coercitivo. De esta forma el emprendedor sí cumple una función social, ya que es el llamado por la sociedad para ser el verbo, la acción, el atreverse y generar de esta forma un espacio de apertura en el que los seguidores se puedan mover con más libertad y holgura.
Retomando nuestro tema central. ¿qué debe hacer el emprendedor?. Permanentemente debe tener puestos todos sus sentidos en la detección de necesidades no resueltas e incluso no descubiertas o declaradas por los consumidores o clientes, de forma tal de estructurar ofertas que no sean respuestas o mejoras a lo existente, sino más bien nuevas propuestas que cambien en algún sentido la forma de vivir o relacionarse. De esta forma se genera una dinamización social al ofrecer un producto, servicio o espacio nuevo, el cual en una primera instancia no está regido por los paradigmas tradicionales.

El emprendedor y los estados de ánimo en Valparaíso

Un aspecto importante dice relación con el estado de ánimo de la sociedad necesario para que surjan nuevos emprendimientos. Estamos conscientes que en períodos con altas tasas de desempleo, la sociedad se ve sumida en un estado de ánimo de resignación, desesperanza, desconfianza, temor, etc. De esta forma, la sociedad se mueve entre esos referentes, lo que no nos permite mirar hacia delante o si logramos hacerlo sólo vemos un futuro negro. En economía, una variable importante a considerar son las expectativas de los agentes económicos, las que condicionan el comportamiento actual en pos de la predicción de un futuro próximo. Así, si los agentes económicos ven, o creen ver, un futuro auspicioso estarán más proclives a consumir, realizar inversiones, etc. Por el contrario, si se espera un futuro en crisis, estos agentes se contraen, disminuyendo el consumo y la inversión en pos de resguardarse de los tiempos esperados.
En este contexto, ¿cómo incorporamos al emprendedor en este panorama?. Por definición lo visualizamos como un agente económico distinto, capaz de construir redes de apoyo, de innovar, de atreverse y principalmente lo vemos como un generador de confianza, y es este punto el fundamental para lograr vencer el estado de ánimo que consume a la sociedad en tiempos de crisis, la confianza.
El significado de la palabra confianza apunta a “la esperanza firme que se tiene en una persona o cosa” y en ese entendido, cuando la sociedad se ve sumida en la desesperación y la angustia, necesita alguien en quien confiar, y este alguien puede ser el gobierno a través de señales claras en cuanto a política económica, los empresarios a través de nuevas inversiones e incluso los privados, pero una señal realmente palpable y efectiva a nivel social es la visualización de una acción de emprendimiento basada en las insatisfacciones surgidas en los tiempos de crisis. Que mejor emprendedor que aquel que transforma la crisis en una oportunidad de crecimiento.
Entonces, si consideramos a la sociedad como un grupo de agentes económicos racionales, buscadores de la maximización de sus beneficios y que basan sus decisiones en criterios de riesgo-rentabilidad, ¿sería posible pedirle a todos los agentes económicos que asuman el riesgo de confiar?. En este momento consideramos que esa apuesta es el mejor camino para la reactivación, la que obviamente puede y debe ser apoyada por el estado con sus medidas económicas, pero no se debe esperar esas decisiones para comenzar a emprender.

MONEDAS ALTERNATIVAS Y ESCASEZ

Llevo un tiempo dándo vuelta al tema de la escasez, pero no como medida relativa, sino como paradigma de relaciones... el paradigma de la escasez... el paradigma en el cual opera toda la economía moderna y desde la cual comienza todo libro de economía... "los recursos son escazos y las necesidades infinitas". Que tal si la cosa fuera los recursos son infinitos y las necesidades limitadas???, que pasaría si la declaración hubiera sido esa al iniciar las ciencias económicas???.
Me surge la pregunta porque trabajo con personas pobres, personas que no tienen acceso a los medios y redes de apoyo normales, personas que ni siquiera saben que pueden ir a un consultorio, que en muchos casos no tienen ni carnet de identidad. Y en ese espacio me pregunto ¿tendrán necesidades infinitas??, ´¿serán los recursos "tan" escasos como para no poder cubrir sus necesidades??.
Me aparece entonces una forma antiquísima, y que
Bernard Lietaer ya viene planteando con fuerza desde hace algunos años. Las monedas alternativas, monedas a escala local, donde se intercambien bienes, servicios, tiempo, etc. en virtud de los excedentes de cada uno. Experiencias hay muchas, pero veo como el siglo 21 sigue considerando como transitorio el desempleo y no lo acepta como estructural, punto desde el cual, el incentivo a las monedas alternativas aparece como no solo posible sino necesario.
Tiro este tema a la mesa, por que me gustaría recibir opiniones, comenzar un diálogo, y porqué no, delcarar la intención de generar una moneda alternativa entre nosotros.
Espero respuestas
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